Cuando estás en el punto de tener que afrontar un tratamiento de infertilidad, la mezcla de ilusión, nerviosismo, incertidumbre y la necesidad de que todo salga bien, aparece como si de un mecanismo de defensa se tratase, una inconsciencia que hace que los oídos desoigan y desconecten con todo aquello que a priori parece no tan agradable ni sencillo en el proceso. Al menos, esto es lo que nos ocurrió a nosotros. Luego la realidad se fue imponiendo y nos fuimos encontrando con todos los obstáculos por el camino, que seguro nos habían contado pero nosotros necesitamos desoír.
Las cosas no son tan sencillas como uno quiere que sean
Recuerdo el primer día en el que nos iniciamos en esta andadura, que antes de realizarme el Doctor la exploración para asegurarnos de que todo estaba en orden, dijo: Venga, vamos a la lucha. ¿A la lucha? Pensé yo.. no entendía a que se estaba refiriendo. Ahora sí lo entiendo, vaya si lo entiendo.
Y es que las técnicas de reproducción asistida no son infalibles y existe un margen de fracaso en el que en un principio no quieres ni pensar y ni mucho menos veros incluidos en esos porcentajes.
Según los datos de la SEF (Sociedad Española de Fertilidad) estas son las tasas de éxito de cada tratamiento en mujeres entre 35 y 40 años en adelante:
INSEMINACIÓN ARTIFICIAL DE TU PAREJA
Mujer 35-39: 8,9%
Mujer >40: 4%
INSEMINACIÓN ARTIFICIAL DONANTE
Mujer 35-39: 17,8%
Mujer >40: 5,8%
La tasa de éxito es acumulativa, es decir que las probabilidades de embarazo aumentan si se realiza más de un ciclo.
Después de 4 ciclos, la tasa de éxito acumulada en la inseminación artificial de tu pareja podría alcanzar el 60% y con donante hasta el 80%.
FIV ÓVULOS PROPIOS
Mujer 35-39: 25,3 %
Mujer >40: 11,8 %
FIV CON OVODONACIÓN
Mujer 35-39: 45,7%
Mujer >40: 42,1 %
FIV CON DONACIÓN DE SEMEN y ÓVULOS PROPIOS :25,7%
FIV CON DOBLE DONACIÓN: 40%
ADOPCIÓN EMBRIONARIA: 31,2%
Estos resultados dependen de muchos factores, siendo factor principal la calidad ovocitaria que vendrá determinada por la edad de la mujer. También hay que tener en cuenta la tasa de éxito acumulada al igual que en la reproducción natural.
Todo esto, te lo cuentan antes de iniciar el tratamiento pero como ya te he contado antes nosotros siempre pensamos que todo iba a salir bien y no tardando.Por eso me gustaría que tuvieras en cuenta que no es tan sencillo como en un principio se puede llegar a pensar.
El desgaste físico y emocional al que te ves sometida
Según vais avanzando en el proceso completando nuevos ciclos, donde la famosa montaña rusa emocional está presente de forma constante porque las hormonas tampoco es que ayuden demasiado…,entras en un círculo que a veces parece interminable cuando el éxito del tratamiento no llega o tarda en llegar.
Todo comienza con ese deseo e ilusión con el despertador del reloj biológico que no cesa de dar la hora para ser padres ,continúa con todo el tratamiento en sí, inseminación, estimulación ovárica con sus inyecciones pertinentes, punción, transferencia, la dichosa Beta, llega el fracaso en el tratamiento, elaboramos el duelo como buenamente podemos y vuelta a empezar volviéndolo a intentar.
Es un dolor difícil de compartir con la familia, amigos y entorno social que se va llenando de silencios porque te cuesta elaborar el discurso porque has de explicar que vuestras expectativas están fallando. La falta de comprensión social y a veces incluso familiar sobre la infertilidad y sus tratamientos es a menudo el detonante de un daño emocional para las parejas que la padecen.
Tener que tomar decisiones complicadas en las que te hacen plantearte otro tipo de opciones como ovodonación, donación de esperma o adopción embrionaria hace que también pases por un duelo genético donde has de hacer una renuncia a la continuidad de tus genes sabiendo que en algún momento tendrás que hablar con tus hijos de su procedencia. Además, trasladar estas decisiones a las familias puede llevar a desencuentros si nos encontramos con mentalidades, creencias y conceptos en discordancia con todos estos procedimientos de reproducción asistida.
Todo esto supone un desgaste físico y emocional que no todo el mundo es capaz de sobrellevar y lo cierto es que muchas parejas, entre ellas nosotros, acabamos abandonando porque no somos capaces de soportar la dureza del proceso teniendo que lidiar después con el sentimiento del fracaso más absoluto.
El bolsillo también se resiente
Después de todo esto… que no es poco… hay que tener en cuenta este desgaste económico.
Los precios oscilan entre los 800 y los 10.000 euros. Las inseminaciones artificiales son los procesos más económicos y tienen un coste aproximado de entre 800 y 1.200 euros. La fecundación in vitro asciende hasta los 5.000 y 6.500 euros y Según la embrióloga María Hernándo existen técnicas más caras, “si hay indicación de hacer diagnóstico genético preimplantacional a los embriones o recurrir a la donación de óvulos”, con tratamientos de entre 8.500 y 10.000 euros.
Hasta aquí estarás pensando que me estoy encargando de darte todas las razones para no realizar un tratamiento de fertilidad. Pero no es así. Esto es una decisión que tenéis que tomar vosotros como pareja, unidos pero siendo muy conscientes de a que os enfrentáis. Si te sirve de algo, nosotros aun no teniéndolo muy claro, decidimos embarcarnos en ello, porque sino siempre nos hubiéramos preguntado qué hubiera pasado si no lo hubiéramos intentado. Por lo menos queríamos esto, intentarlo, teníamos la necesidad de intentarlo.
Pero sí me gustaría que después de este baño de realidad, te llevaras 5 claves que has de tener muy en cuenta si finalmente os decidís a embarcaros en esta multiaventura:
1º Acudid a una clínica de referencia para informaros bien de todas las opciones y alternativas que estén a vuestro alcance para que escojáis conscientemente las que mejor vayan a funcionar en vuestro caso particular. Nosotros, estando en la otra punta del mapa, acudimos al Instituto Bernabeu en Alicante y os lo recomiendo muchísimo por la calidad humana que tienen y que en este proceso es de agradecer.
2º. Poneros en manos de profesionales específicos, tanto de reproducción asistida como aquellos que os puedan apoyar emocionalmente. Es muy importante aprender cómo hacer frente a los cambios físicos y emocionales asociados con la infertilidad, así como hacer frente a los tratamientos médicos que pueden ser dolorosos e invasivos. A veces se necesita ayuda para controlar el estrés, la ansiedad o la depresión durante los ciclos de tratamiento.
3º Sed comprensivos con vosotros mismos y permitiros elaborar el duelo en cada pérdida, apoyaros el uno en el otro porque aunque parezca que el mayor peso lo llevamos las mujeres, cada uno experimentará el duelo de manera diferente. Estar unidos os dará fuerza e impulso para afrontar el siguiente tratamiento.
4º Dado que el 54% de los tratamientos de fertilidad se abandonan por falta de apoyo emocional, buscad un grupo de referencia y de apoyo con personas que están teniendo las mismas vivencias que vosotros.
Para esta última clave he creado un espacio para vosotros, para que podáis sentiros seguros compartiendo vuestra experiencia con parejas que están sintiendo y buscando ver cumplido el mismo sueño que vosotros.
5º. Prepararos a nivel multidimensional como pareja para afrontar la nueva paternidad. Ser padres tiene una gran exigencia y cuanto mejor os encontréis a nivel físico, emocional y espiritual mejor podréis hacer frente a esta nueva etapa. Como coach de salud puedo ayudaros a ello y en especial me dirijo a tí, Bella, que eres la que vas a anidar a la nueva criatura. Es fundamental que integres unos buenísimos hábitos en tu día a día para poner a trabajar a tu cuerpo a favor de obra. Así que si quieres que te acompañe en este proceso, coge una cita aquí y hablaremos sobre cuál es el mejor programa que se adapta en tu caso más específico.
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Belén de María